Pensaba que mi vida volvía a la rutina de siempre, otra vez todo
temporal. Me la pasaba llorando por Álex en todo momento y no podía
sacarle de mi cabeza. Era ya mucho tiempo a su lado, pero me dije a mi
misma: <<Mar, o te das una oportunidad a tí misma o vas a acabar
rodeada de gatos el resto de tu vida>>. Eso me hizo darme cuenta
de que lo que yo necesitaba es vivir el presente y no pensar en pasados
ni en futuros ni en mierdas. Vivir el ahora, y el mañana ya se verá.
Entre
tanto desastre, Alba comenzó con los planes para la Semana Santa, las
vacaciones del segundo trimestre, y me propuso algo que... no estaba
nada mal.
- Mar, tengo un amigo al que le hace falta rápido un
lío. Si, estoy hablando de Pedro, este chico que es de mi pueblo y...
vaya. Creo que sigue detrás de mi y me manda muchas intirectas y... no
sé. Ya sabes que yo soy de Dani, Dani, Dani, y que él ya no me interesa.
- me decía un tanto dubitativa.
- Si
consigues que quiera liarse conmigo y poder estar de lío con él, te lo
quito de encima. - dije intentando salir de mi "absurda depresión" en la
que estaba sumida - Necesito que sacar a Álex ya de mi vida, sea como
sea y cueste lo que me cueste.
Lo que yo no
sabía es que en cuanto conociese a ese chico, que aún no conocía claro
está, y que me iban a presentar; algo en mí cambiaría para siempre.
Rompería con todo. Adiós Álex. Hola vida nueva. Necesitaba como fuese
asistir ese día a esa especie de "reunión" con los amigos de Alba y a la
que iría junto con María y su novio. Soñaba día tras día en poder
conocerle, en que hiciera que mi vida cambiase y, sobre todo, que me
hiciese olvidar al imbécil de pacotilla ese.
-
Alba, Alba, Alba, tienes que ayudarme. - decía entre sollozos - Como no
apruebe plástica mi madre no me va a dejar ir allí. Sabes que lo
necesito, lo sabes. Si suspendo: adiós Pedro, adiós lío, adiós nuestro
acuerdo, adiós olvidar a Álex y hola otra vez a toda esta amargura de
vida que tengo.
- Tú no te preocupes. Eres
la consentida de los profes, ¿cómo te va a quedar algo? Piensa un poco.
Siempre dices lo mismo y al final siempre apruebas.
Mi
cara cambió por completo y comenzó una pelea de cosquillas que nadie
podría parar, a excepción, claro está, de las chicas que nos conocían
tanto, nuestras amigas.
- ¡¿Pero cómo te
atreves a decir semejante estupidez?! ¡Que yo me lo gano todo solita, a
mí nadie me regala nada! - dije con car medio enfada- Pues me enfado
contigo y me convierto en pera.
Todas
reímos. Estaba claro que no podría enfadarme nunca con ellas, o al menos
de momento no podía. Eran todo para mí y necesitaba urgentemente ese
aprobado, lo necesitaba demasiado. Al día siguiente, Alba no había ido
al instituto ninguna hora; pero yo tenía que darle una muy buena
noticia. La llamé en cuanto tuve la oportunidad de escabullirme de clase
a la hora de la salida.
- ¡QUE HE APROBADO
TÍA! ¡QUE EL SÁBADO ESPERAME EN TU CASA QUE VOY PARA ALLÁ! Creo que me
voy a comer a Henar a besos. Menos mal tía, menos mal. Es todo tan
perfecto... - le decía sin dejarla hablar.
Tal
día como ese, 22 de marzo, estaba entusiasmada. Apenas me quedaban un
día un unas cuantas horas para cambiar por completo. Para que sus ojos y
su sonrisa me cambiasen la vida. No paré de hablar de ese tema durante
los días siguientes, estaba tan emocionada... El viernes por la noche,
mientras hablaba a través del whatsapp con Alba, le pedí que me enseñase
fotos de sus amigos. Quería saber qué era lo que me iba a encontrar al
llegar allí.
"Enseñame una foto ahora mismo de ellos, te lo exijo". Le ecribía.
"Bueno, no tienen ninguna muy actual pero... Metete en mi tuenti y buscas las fotos de nochevieja. En esas salen todos, todos".
Así
lo hice. Me dio su correo electrónico. Su contraseña. Se cargó la
pantalla principal. Le dí a "Mis fotos". "Fotos en las que salgo ".
Comencé a pasar fotos. No salían ellos y me estaba empezando a
desesperar. Seguí pasando. Más. Llegué a la foto número cien. Allí
estaban todos.
"A ver, ves diciendome nombres y te doy mi opinión". - dije con intriga.
"Pues... Pedro López, es el tuyo. Dani Dominguez, el mío".
Volví
a mirar la foto. Pedro era bastante feo en la foto. No podía ser, ella
me había dicho que era muy mono... Sin embargo, Dani estaba de muy buen
ver... Era lo que se suele decir, el chico perfecto, vaya.
"Tía...
Pedro es muy feo. Yo pensaba que me ibas a presentar a un chico bien
formado y tal. Dani es perfecto para tí. A por él tía, de cabeza a por
él".
"Peque, que Pedro no está mal. Lo que
pasa es que ese día iba contentillo y tampoco es que sea muy fotogénico,
yo le comento que vas a venir y que te quieres liar con él y tal y a
ver que dice".
"Bueno, vale. Pero que cuando nos vayas a recoger no venga contigo. Que me da muchas vergüenza, por fa".
"Avísame cuando salgas de clase y te vengas para acá. Así ya me preparo yo y voy al parque a por tí".
Así
lo hicimos. Yo salí de clase y el padre de María ya me estaba esperando
en el aparcamiento para llevarnos a nuestro próximo destino. Yo ya
estaba de los nervios y eso que nisiquiera habíamos salido. Mientras
íbamos en el coche, iba hablando con María de todas las tonterías que
habíamos hecho durante la semana, la última semana. También me contó
todo lo referrente a Álvaro que no le había dado tiempo a contar el día
anterior, y mientras comenzábamos a entrar al pueblo. Al llegar al
parque, vi que había demasiada gente esperándonos. Pude distinguir a
Alba entre la multitud; y pude adivinar, que aquel chico alto y rubio
que permanecía mirando el coche, era Pedro. La iba a matar.
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