viernes, 19 de octubre de 2012

Capitulo 3.

Minutos mas tarde...

- Mar... - dijo sollozando - creo que se lo que va a hacer...

Cuando ella pronunció esas palabras, me temí lo peor. Mi cabeza empezó a a pensar, a imaginar... Todo se veía oscuro, ¿cómo saldríamos de aquí?

- Dime, pero no seamos precipitadas. Cuéntame - dije intentando mantener la calma.
- Me va a dejar, pero no sabe cómo hacerlo... Tía, esto no puede ser, no puedo... Tía...

Estaba con un mal cuerpo... Escuchaba su llanto, no podía escuchar a mi amiga llorar por alguien que no se lo merece. Se que le quería, pero no puede estar mal. Hay muchos más peces en el mar...

- Carol, tranquila. Antes de pensar como él, debemos esperar. ¿Dónde estás en este momento?
- Estoy en casa de mi abuela... Snif
- Cuando vallas a subirte al piso pasáis a por mí, en mi casa, y nos subimos juntas. Ya en tu habitación hablamos sobre esto, ¿si?
- Vale, snif, te quiero. Gracias por todo, enserio.
- No me las des - dije convencida - Aquí estoy yo, para lo bueno y para lo malo. Te quiero. Luego me llamas.
- Adiós - dijo aún llorando.
- Adiós y no llores.

Justo antes de colgar escuché una carcajada, lo había conseguido, ¡LA HABÍA HECHO REÍR! Estaba satisfecha. Caminé deprisa hasta llegar a mi casa. Al llegar allí, me esperaba una comida riquísima, hoy era día de macarrones. Comí muy rápido, quería estar lista para cuando Carol me llamase. Tenía que apoyarla, me necesitaba. Mientras leía sonó el teléfono, era ella.

- Carol, ¿vienes ya?
- Si - dijo apenada -  salgo ahora mismo de aquí. Bájate al portal y voy, ¿va?
- Ahí te espero y no estés mal.
- Es imposible - dijo

Colgó. No podía pasar esto. Recogí rápido, metí en mi mochila de Las Supernenas mi toalla de rallas, protector solar y mi bikini de leopardo, ese que tanto me gustaba. Cogí las llaves de casa y salí corriendo. Allí apareció ella, con su melena al viento. Nos dimos dos besos y montamos en el coche para dirigirnos hacia su casa.

Al llegar pasamos a su habitación, notaba cómo estaba triste. Con lo feliz y sonriente que era ella...

- Carol, olvida que te he contado lo de hoy, ¿si?
- Mar, ¡es que no puedo! No quiero que eso pase...
- Voy a hablar con él.

Después de vestirnos bajamos y en el parque nos esperaban Quique y Adrián, aunque también estaban presentes tres chicos. Todavía no los conocía pero presentía que eran majos. Uno de ellos era Pedro, un chico con unos ojos muy peculiares, bajito y muy moreno; el segundo se llamaba Iván, chico alto, divertido y con el pelo muy muy rizado; y por último, pero no menos importante, Andrés, chico majo alto y rubio. Después de besar a nuestros chicos pasamos al recinto.

- Mar, que no le pasa nada. Solo es que creía que le iba a dejar por no acordarse del día en que nos conocimos. Anda que este tonto...
- Si ya te dije yo que no nos precipitásemos...
Esa tarde fue la primera de una buena era de mi vida. Fue amistad a primera vista, la verdad es que nos llevamos muy bien desde el principio. Estábamos tan unidos... Solo faltaba una persona para completarlo.

Si, la chica más increíble que existe. Apareció por sorpresa, ahora todo era perfecto. Una panda de 5 chicos skaters con tres locas muy locas. Y es que Carlota era la que cerraba el círculo.

- Pero bueno, ¿tú qué haces aquí? ¿Y el insti? - dije sorprendida por su aparición.
- Pues es que hoy no tenía clase por la tarde y Carol me había avisado...

Cuando Carlota dijo eso, transmití una mirada asesina para Carol, la cual cuando me vio, rió sin parar. Me había dado la sorpresa del siglo. Eran las mejores. todo acabó bien, tal y como esperaba.

Al llegar a casa, cené algo rápido y corriendo me metí en la cama. En unos minutos ya estaba dormida. Aún me quedaba mucho por vivir, éste solo era el principio de un buen verano.

2 comentarios:

  1. Tiiiaaaa!!!
    El cuarto capítulo yaaa, por favor!!
    El cuarto capítulo ya lo e subido, puedes leerlo cuando quieras :))
    Besos preciosaaa!!

    ResponderEliminar