viernes, 19 de octubre de 2012

Capitulo 2.


Días más tarde...

Pipipipi, pipipipi, pipipipi. Ese molesto y odioso ruidito que escuchaba todos y cada uno de mis días siempre a la misma hora, las 7 y 45. No tenía ni ganas para levantarme, pero justo me acordé. ¡Hoy abren la piscina de la urbanización de Carol! El día había llegado, por fin. Sabía que iba a ser un muy buen día. Allí iba a estar presente Adrián, por fin estaríamos juntos. Me preparé para ir al insti y salí escopetada.

Cuando llegué a la puerta, allí me esperaba ella, una chica con el pelo claro pero castaña, alta y muy muy guapa, con los ojos azules verdosos. Estaba hecha un pivonazo. Nada mas verla eché a correr.

- ¡Panolaaaaaaaaaaa! – y justo me eché encima de ella antes de que supiese quien la llamaba – Te he echado de menos y...

Me di cuenta de que aún estaba hablando con Quique de lo que días antes me había comentado. Interrumpí la conversación en el momento más inoportuno.

- ¡Hola Mar! – dijo Quique – No podías haber escogido un momento más oportuno para llegar.

Después de decir esto se marchó a su clase y Carol me miró con cara de pocos amigos. En cuanto la vi me eché a reír a carcajadas. Entramos juntas a la clase y nos sentamos en nuestros sitios de siempre, una al lado de la otra. Siempre redactábamos notas, cartas manteniendo una conversación. Recibí la que sería la primera de la mañana.

‘Tía, justo cuando has llegado iba a decirme algo importante. ¡YO TE MATO! ¿Vas a venir esta tarde a mi piscina?’

Cuando lo leí no podía parar de reír. Y es que me sentía mal, lo había estopeado todo.

‘Lo siento tía, no me había fijado que estabas hablando con él. ¡LO SIENTO! Por Supuesto que iré para estar allí contigo.’

Estaba emocionada, ya era Jueves, por fin llegaba el fin de semana. Faltaban muy poquitos días para terminar, de una vez, el insti. Ya era 19 de Junio y todos pensábamos, imaginábamos cómo sería la fiesta de fin de curso. Para nosotras sería genial.

Ese día, las horas se me pasaron volando, o como decía Carol, volando voy volando vengo. Las dos y media llegaron muy rápido, apenas había visto a Adrián pero por la tarde volvería a estar con él.

Antes de llagar a mi casa me había encontrado con Quique. Estaba triste y cacbizbajo, no sabía qué le sucedía. Me acerqué a él. Era cortante conmigo.

- Hola Quique, ¿qué te pasa?
- Hola. Nada.
- Se perfectamente que te pasa algo, a mí no puedes engañarme – dije con una sonrisa de oreja a oreja.
- Ya lo verás.

Y con estas palabras se marchó, dejándome con la palabra en la boca, sin saber que pensar. Esto no podía callármelo. Corriendo busqué mi BB en la mochila y marqué el número de Carol. Estaba nerviosa, me temblaban los dedos, la voz. Carol si cogió el teléfono.

- ¿Si? – dijo extrañada
- Carol, Carol, Carol; te vas a morir con lo que me acaba de pasar. Estoy muy preocupada.
- Pero no te quedes callada, cuéntamelo, no me tengas en ascuas – dijo nerviosa.


[CONTINUARÁ]

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