jueves, 20 de diciembre de 2012

Capitulo 8


Si, llegó el día, día 30 de Septiembre. Sería el mejor día de mi vida, estaba nerviosa, él estaría allí. Imaginaba que podría pasar aquella tarde pero no lo podría ni pensar, no quería que ese día tan especial se arruinase por soñar despierta.
Después de llegar del insti empecé a preparar las cosas que tenía que llevarme a la parcela para pasar una tarde junto a las Sugus y los Skaters. Veríamos una película de miedo, Los ojos de Julia. También estarían allí algunos compañeros y mi primo, que llegaría más tarde.
Llamé a Carol para ir a recogerla a su casa y estar juntas mientras la gente llegaba. Llegué, no había ningún coche en la urbanización, estaba desierto. Empecé a asustarme. Llamé a su piso y por arte de magia contestó una vocecita de niño pequeño.

- ¿Si? – dijo extrañado
- Hola Dani, Soy Mar. ¿Puedes decirle a tu hermana que baje?
- Si, ya baja – dijo riendo.

Me aparté de la puerta del portal y corrí hacia el coche. Segundos más tarde llegó Carol y me dio millones de besos. De nuevo repetía mil y una veces que me quería un montón y que todo lo que habíamos planeado para ese día sería perfecto. Este sería el día en que me daría cuenta de por qué le quería. Él era tan, tan... indescriptible. Nada más llegar nos apartamos de mi familia...

- Tía tenemos que sentarnos en el suelo, a ver si Quique es capaz de hacer “algo” – dijo Carol con una sonrisa pícara en la cara.
- No se si podremos... Nos vamos a tener que sentar en las sillas, pero si vosotros queréis el suelo, yo os le dejo.
- ¡Qué capulla eres cuando te lo propones! ¿Qué crees que vamos a hacer? ¡Nada! Es un cortado...

Nos reímos un buen rato hasta que empezaron a llegar. Unos, otros, los de más allá, Pedro, Iván, Adrián, Quique... Comimos algo mientras contábamos anécdotas. Yo me distancié un tanto del grupo para ayudar a mi madre.

- Oye, y al final ¿qué película vamos a ver? – dijo Quique.
- Pues, la verdad, yo no lo se. Creo que es de miedo pero no se cual.
- Pues veremos la que ella le de la gana, es su cumpleaños. No vamos a ver la que nosotros queramos – dijo Adrián.
- ¡Oyes! Veamos la que veamos, ella no quería ver ninguna de miedo, si lo ha hecho ha sido porque yo se lo he pedido.
- Bueno, bueno, no me comas.

Los compañeros de mi clase se marcharon apurados, aún no se el por qué, pero se fueron. Solamente quedamos las Sugus y los Skaters, los que, en principio, íbamos a estar. La gente se enloqueció un poco pero en pocos segundos todo se compuso. Dejamos que los enamorados fuesen a su rollo, pero él hizo algo que me sorprendió mucho. No esperaba que hiciese eso... Si, estaba enamorada de Pedro y no podía pensar en otra cosa que no fuese él. Yo me situé en primera fila junto a Carlota, cada una en su silla. Pedro seguía haciendo en tonto por ahí pero nada más empezar la película corrió y se sentó entre medias de nosotras, en el medio de las dos sillas. Transcurrido un rato de la película empezó lo que realmente daba miedo.

- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! – gritaba Carlota muerta de miedo.
- Carlota, ¿enserio que nunca te han echado del cine por gritar? – le preguntaba Iván riendo a carcajadas.
- No, idiota – decía mientras se ponía roja.
Y fue en este momento cuando ella y yo nos dimos cuenta de que estábamos agarradas a él, casi abrazados. Me moría de vergüenza, podría quedarme mirando sus preciosos ojos durante horas. Esos ojos que me enamoraron. Estuvimos a punto de rozar nuestros labios, nariz con nariz... Sentía que había una conexión muy extraña entre los dos pero rápidamente aparté mi mirada.

La tarde sucedió más o menos de la misma manera. Con los enamorados no hubo mucho movimiento, no pasó nada interesante. Y así terminó este día tan especial, y cada vez estaba más enamorada de sus ojos, de su sonrisa, de él.

Capitulo 7


Las cosas de la amistad después de un noviazgo no fue nada bien. Pero bueno, decidí pasar de él, olvidarme por un momento que existía. Prefería centrarme en mis nuevos amigos. Cada día eran más importantes. Después de todo lo que habíamos vivido juntos...
Llegó el día más odiado, llegó ese jodido 12 de Septiembre. Quedamos en la puerta para entrar todos juntos, más tarde sería una rutina que todos queríamos seguir.
Entramos en el salón de actos. Estábamos nerviosos por saber con quién nos tocaría. Pedro, Iván, Adrián y Quique irían a la misma clase y... ¡nosotras también! Fue genial que nos pusieran en la misma clase, aunque entrado este nuevo curso, no sería la misma chica.
Nos sentamos juntas, en los sitios de siempre. Nuestra mañana empezaría con una nueva nota.

‘Tía, me vas a decir que soy imbécil pero... Anoche, mientra hablaba con él, me pidió que volviésemos a estar juntos y le dije que si...’

No podía creerlo, aquella chica que el día 30 de Agosto, a la que le transmití la horrible noticia, si, aquella chica que estaba llena de indignación, llena de odio, llena de coraje por ese hipócrita, ¿me estaba diciendo que había vuelto con él? No me daban las manos para escribir.

‘¿¡PERO TÚ ERES TONTA!? Ya sabía yo que tarde o temprano volverías con él...’

Con cara pícara, la miré y tras haber doblado la nota se la dejé sobre la mesa. No recuerdo exactamente en qué asignatura estábamos pero el profesor que se encontraba allí presente, nos regañó. La mañana transcurrió un tanto aburrida, todos estábamos cansados y somnolientos, lo único que deseábamos era que llegase el recreo. Como siempre, todos juntos de nuevo. Compartimos risas, tiempo y bocadillos. Era todo tan perfecto... Se me ocurrió comentarles algo.

- Chicos, dentro de poco será mi cumpleaños. Dadme ideas para celebrarlo.
- Llévanos a un skatepark, al de Torrejón que está muy bien – dijo Pedro.
- Es verdad – dijo Iván.
Quique y Adrián permanecieron en silencio, no pronunciaron palabra siquiera.
- Ya, lo que vosotros queréis es que sin saber nosotras montar en esa cosa, nos  matemos – dije riéndome junto a Carol.
- ¿Y por qué no vemos una película de miedo en tu finca? Sería buena idea, ¿no? – dijo Carol.
Todos votamos por la segunda opción, era la mejor de todas sin duda.
- Pues decidido que vamos a ver una película, ¿cuál vemos? – dije intentando que pensasen un poco.
- Podemos ver Scary movie 3, está bien – dijo Iván.
- Ya y es una película de risa, ¡no de miedo! – dije entre risas.
- Podemos ver Insidius. Dicen que da mucho miedo – dijo Carol
- Bueno lo voy a mirar, ¿alguna más?
- Pues... ¿Los ojos de Julia? – dijo Pedro
- Esa es posible que la encuentre... – dije con una media sonrisa.

El día acabó bien, solamente quedaban cinco días para el día de mi cumpleaños.

Capitulo 6


... Las Sugus, porque visten de muchos colores y son difíciles de tragar. Si, nos gustó el nombre y es que por lo que nos había contado Carlota, el libro sería genial. Más que gustarnos, nos encantó. Fue esa tarde en la que todo empezó, teníamos que estar unidas, más unidas que nunca porque ella lo necesitaba, porque Carol nos necesitaba.

- ¿Sabéis qué me apetece? – dijo Carlota.
- No – dijimos Carol y yo al unísono y extrañadas – Como que no tenemos telepatía.
Una carcajada salió de cada una de nosotras.
- Pues conociéndome lo deberías saber... Pues me apetecen unos ¡SUGUS!

Pues para no variar fuimos a comprar unos Sugus. Terminamos comiendo las tres unos cuantos.

- Chicas, comeos todos y dejad el que más os guste para el final, que se me ha ocurrido algo. – dijo Carlota.

Así lo hicimos. Finalmente Carol se quedó con uno de piña, Carlota con uno de fresa y yo con uno de naranja. Después de habernos comidos todos los demás, Carlota nos contó su brillante idea.

- Mirad, me ha parecido muy buena idea lo de llamarnos “Las Sugus”. Necesitamos un nombre para nuestro grupo y me ha gustado este, ¿qué os parece?
- ¡Es genial! – dijimos a la vez y reímos.
- Pues después de haber aceptado mi propuesta, entran los sugus. En el libro, cada chica tiene un sabor así que el que habéis escogido será el vuestro. En honor a “Las Sugus”, podéis comeros nuestro sugus de bienvenida.
- Ja ja ja ja ja – reímos las tres a carcajadas y nos tomamos el último sugus.

Ese día, ese día fue la clave de todo, el día en que todo empezó. Ese día hicimos la primera foto, la foto principal de nuestra amistad, era tan bonita... Cuando terminamos de comer, Carlota guardó los papeles en su monedero, pues más adelante los utilizaríamos.
También aquel 30 de Agosto conocimos a otro chico, se llamaba Carlos y era el primo de Pedro. La verdad es que era majo. Poco a poco fue enamorándose de Carlota, lo que provocó que ella dejase a Óscar. También ella se pilló un poco, decía que le encantaba su sonrisa, aunque Carol se reía de ella. Decía que tenía la boca tan grande como la de un negro.
Cada día que pasaba yo me daba cuenta de que Adrián no estaba hecho para mí. Casi nunca estaba conmigo y cuando estaba tenía la cabeza en otra cosa.
Poco a poco nos cogimos cariño, los Skaters & Las Sugus. Nunca encontramos un nombre para los dos grupos. Pasamos unas fiestas muy buenas juntas, a excepción de Quique. Creo que a partir de ese día comencé a cogerle asco.
Llegó el día 2 de Septiembre, estábamos un poco frustrados. Terminaban las fiestas y a Carlos no le volveríamos a ver en bastante tiempo. Vivía en Tenerife y para colmo se fue sin despedirse.

Pasado el tiempo, todos juntos decidimos ser inseparables. Todos iríamos al mismo instituto, o por lo menos casi todos. Ya sabéis que Carlota estudiaba en Madrid. El primer día de insti quedaríamos todos en la puerta a las ocho y veinte.
Ese fue el día, el día en que por fin me animé a decirle a Adrián que no podía seguir con él. Que ya no era lo mismo aunque él había sido, hasta ese momento, mi mejor amigo, mi compañero, eso cambió. Tal vez hubiese alguien nuevo en mi vida...

viernes, 16 de noviembre de 2012

Capitulo 5

30 de agosto...

Por fin, por fin, por fin; llegó el día esperado. Y es que empezaban las fiestas, todo lo que esperábamos durante el verano. Yo ya no sentía lo mismo por Adrian y una de aquellas felices chicas estaría a punto de sentir algo que nunca había sentido por nadie: el odio.

Cuando estábamos las tres juntas, Carol recibió una llamada de Quique. Él decía que la echaba de menos y que esa tarde no saldría. La verdad es que nos sorprendió su llamada. Después de colgar estubimos hablando de lo raro que estaba Quique. Y en ses momento, sonó mi BB, ¡era Quique! Cogí la llamada.

- Si dime - dije extrañada.
- Hola, se que acabo de hablar con Carol, pero no me he atrevido a decírselo a ella, asique tendrás que decírselo tú. Mira, lo siento mucho pero voy a tener que dejarla. Sabes tú que mi madre se ha enterado.
- Emm... Quique, ¿me lo estás diciendo enserio? - Mi boca se abría por momentos, no lo podía creer - pero, pero... ¿¡TÚ ESTÁS TONTO?!
- Mar, lo digo enserio. Mira, además yo no siento lo mismo...
- ¿¡QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ!? - dije ya super enfadada - Y tú piensas que yo haga el trabajo sucio ¿no? Esto es lo peor que se le puede decir a una amiga... Ale, adiós, y cuando te de la gana me explicas el por qué... ¡¡NO LO ENTIENDO!!

Y sin dejarle siquiera hablar colgué. Estaba muy enfadada. Carol ya sabía de qué se trataba, pero Carlota aún lo preguntaba.

- Mar, cuéntanos ahora mismo que es lo que te ha dicho - dijo nerviosa.
- Pues... pues... me ha dicho que... - dije tartamudeando - que... que...
- Mar, yo ya lo se y no me lo puedo creer - se puso las manos en la cara y cayó la primera lágrima.

Mientras nuestra amiga se derrumbaba, aún Carlota no sabía qué sucedía. Solo me hizo falta pronunciar su nombre y ella pronunció una palabra inaudible, pero que yo entendí perfectamente. Nos abrazamos a Carol fuertemente formando una piña. Ella salió del centro, se sentó en el suelo apoyando su espalda en la pared y, aún con lagrimas en los ojos...

- Chicas, estoy bien. Le mataría pero estoy bien.

Volvimos a abrazarnos y cuando éste terminó, cogió su movil y borró todo lo que tenía que ver con él, hasta su número de teléfono. Después de esto, todo cambió.

- Chicas, me estoy leyendo un libro muy chulo. Os lo tenéis que leer, si queréis os cuento un poco sobre los personajes - dijo Carlota.
- Vale, así nos vamos del tema - dije aún abrazada a Carol.
- pues trata de cuatro chicas que tienen 16 año y forman parte de un grupo. Se llaman...


[CONTINUARÁ]

jueves, 25 de octubre de 2012

Capitulo 4


Día 22 de Junio...

Se planteaba un buen día lleno de ilusiones y entusiasmo. Allí nos plantamos nosotras, a las 9 de la mañana, con un sueño impresionante. Creo que no deberíamos haber hablado tanto por whatsapp, ¡terminamos a las dos y media de la mañana! Como pudimos nos abrimos paso entre la multitud para reencontrarnos con los demás y planear lo que haríamos. Y es que la gente estaba eufórica...

- ¡Último día de insti! ¡Siiiiiiiiiiiiiii! -  dije nerviosa.
- Mar, no tengo ganas ni de verme, no podemos hablar durante tanto tiempo.
- ¡Bueno chica!

Según transcurría la mañana, profesores y alumnos se divertían por doquier, último día de cole y seríamos las personas más felices del mundo. Este día solo estuvieron con nosotras Quique, Iván y Adrián, aunque la verdad solo teníamos ganas de estar la una con la otra.

- Tía, esta tarde solo quedamos las tres para ir a mi piscina, hoy es tarde de chicas.
- Estoy de acuerdo – dije adormilada - ¡Tarde de chicas, YUJUJUJUJU!
- Mar, déjame decirte que... – se levantó, me cogió las manos y... - ¡¡ESTÁS MUY LOCA!!

Parecía que estábamos idas pero éramos felices juntas. Rápidamente salimos sin apenas despedirnos de nadie. Al llegar a un cruce nos despedimos y cada una se fue hacia su casa. Ese día caminé despacio, pensaba en todo lo que haría. Sería una buena tarde. Llegué a casa y tardé poco en prepararme para volver a salir. Por fin un día de chicas para nosotras tres. Llegué a casa de Carol, allí estaba ella, con su bonita sonrisa. Se giró y vino corriendo.

- ¡Hola! ¿Preparada para pasar una tarde de chicas?
- Emm... Hola... Si..., que pasa, ¿ya se te ha quitado el sueño?
- Si, me he bebido un Energic de esos y me ha dado un subidón -  dijo riéndose a carcajadas.

Vimos llegar a Carlota, nos abrazamos fuerte y ella repartió besos.

- Chicas, os he echado de menos – dijo con ganas de contarnos algo -  no os imagináis todo lo que me ha pasado.
- Ya nos estás contando chiquilla – dijo Carol – Pero cuéntanos ¡que nos tienes en ascuas!
- Si, si, si, dejamos las cosas y os cuento.

Entramos en el recinto y Carol y yo, corriendo, sacamos las toallas para que nos contase rápidamente lo que le había sucedido.

- A ver ¡impacientes! – dijo sonriendo – He conocido a un chico en el conservatorio y el año que viene vendrá a mi insti. Se llama Óscar y me encanta.

Carol y yo nos miramos y reímos a carcajadas. Carlota se puso muy roja. Pobrecita ella. Ya estábamos las tres enamoradas hasta las trancas.
Casi todo el verano pasó más o menos de la misma manera. Por allí hubo algún problemilla, Adrián y yo lo dejamos, Quique se volvió un estúpido, pero estas cosas pasan y se arreglan.

viernes, 19 de octubre de 2012

Capitulo 3.

Minutos mas tarde...

- Mar... - dijo sollozando - creo que se lo que va a hacer...

Cuando ella pronunció esas palabras, me temí lo peor. Mi cabeza empezó a a pensar, a imaginar... Todo se veía oscuro, ¿cómo saldríamos de aquí?

- Dime, pero no seamos precipitadas. Cuéntame - dije intentando mantener la calma.
- Me va a dejar, pero no sabe cómo hacerlo... Tía, esto no puede ser, no puedo... Tía...

Estaba con un mal cuerpo... Escuchaba su llanto, no podía escuchar a mi amiga llorar por alguien que no se lo merece. Se que le quería, pero no puede estar mal. Hay muchos más peces en el mar...

- Carol, tranquila. Antes de pensar como él, debemos esperar. ¿Dónde estás en este momento?
- Estoy en casa de mi abuela... Snif
- Cuando vallas a subirte al piso pasáis a por mí, en mi casa, y nos subimos juntas. Ya en tu habitación hablamos sobre esto, ¿si?
- Vale, snif, te quiero. Gracias por todo, enserio.
- No me las des - dije convencida - Aquí estoy yo, para lo bueno y para lo malo. Te quiero. Luego me llamas.
- Adiós - dijo aún llorando.
- Adiós y no llores.

Justo antes de colgar escuché una carcajada, lo había conseguido, ¡LA HABÍA HECHO REÍR! Estaba satisfecha. Caminé deprisa hasta llegar a mi casa. Al llegar allí, me esperaba una comida riquísima, hoy era día de macarrones. Comí muy rápido, quería estar lista para cuando Carol me llamase. Tenía que apoyarla, me necesitaba. Mientras leía sonó el teléfono, era ella.

- Carol, ¿vienes ya?
- Si - dijo apenada -  salgo ahora mismo de aquí. Bájate al portal y voy, ¿va?
- Ahí te espero y no estés mal.
- Es imposible - dijo

Colgó. No podía pasar esto. Recogí rápido, metí en mi mochila de Las Supernenas mi toalla de rallas, protector solar y mi bikini de leopardo, ese que tanto me gustaba. Cogí las llaves de casa y salí corriendo. Allí apareció ella, con su melena al viento. Nos dimos dos besos y montamos en el coche para dirigirnos hacia su casa.

Al llegar pasamos a su habitación, notaba cómo estaba triste. Con lo feliz y sonriente que era ella...

- Carol, olvida que te he contado lo de hoy, ¿si?
- Mar, ¡es que no puedo! No quiero que eso pase...
- Voy a hablar con él.

Después de vestirnos bajamos y en el parque nos esperaban Quique y Adrián, aunque también estaban presentes tres chicos. Todavía no los conocía pero presentía que eran majos. Uno de ellos era Pedro, un chico con unos ojos muy peculiares, bajito y muy moreno; el segundo se llamaba Iván, chico alto, divertido y con el pelo muy muy rizado; y por último, pero no menos importante, Andrés, chico majo alto y rubio. Después de besar a nuestros chicos pasamos al recinto.

- Mar, que no le pasa nada. Solo es que creía que le iba a dejar por no acordarse del día en que nos conocimos. Anda que este tonto...
- Si ya te dije yo que no nos precipitásemos...
Esa tarde fue la primera de una buena era de mi vida. Fue amistad a primera vista, la verdad es que nos llevamos muy bien desde el principio. Estábamos tan unidos... Solo faltaba una persona para completarlo.

Si, la chica más increíble que existe. Apareció por sorpresa, ahora todo era perfecto. Una panda de 5 chicos skaters con tres locas muy locas. Y es que Carlota era la que cerraba el círculo.

- Pero bueno, ¿tú qué haces aquí? ¿Y el insti? - dije sorprendida por su aparición.
- Pues es que hoy no tenía clase por la tarde y Carol me había avisado...

Cuando Carlota dijo eso, transmití una mirada asesina para Carol, la cual cuando me vio, rió sin parar. Me había dado la sorpresa del siglo. Eran las mejores. todo acabó bien, tal y como esperaba.

Al llegar a casa, cené algo rápido y corriendo me metí en la cama. En unos minutos ya estaba dormida. Aún me quedaba mucho por vivir, éste solo era el principio de un buen verano.

Capitulo 2.


Días más tarde...

Pipipipi, pipipipi, pipipipi. Ese molesto y odioso ruidito que escuchaba todos y cada uno de mis días siempre a la misma hora, las 7 y 45. No tenía ni ganas para levantarme, pero justo me acordé. ¡Hoy abren la piscina de la urbanización de Carol! El día había llegado, por fin. Sabía que iba a ser un muy buen día. Allí iba a estar presente Adrián, por fin estaríamos juntos. Me preparé para ir al insti y salí escopetada.

Cuando llegué a la puerta, allí me esperaba ella, una chica con el pelo claro pero castaña, alta y muy muy guapa, con los ojos azules verdosos. Estaba hecha un pivonazo. Nada mas verla eché a correr.

- ¡Panolaaaaaaaaaaa! – y justo me eché encima de ella antes de que supiese quien la llamaba – Te he echado de menos y...

Me di cuenta de que aún estaba hablando con Quique de lo que días antes me había comentado. Interrumpí la conversación en el momento más inoportuno.

- ¡Hola Mar! – dijo Quique – No podías haber escogido un momento más oportuno para llegar.

Después de decir esto se marchó a su clase y Carol me miró con cara de pocos amigos. En cuanto la vi me eché a reír a carcajadas. Entramos juntas a la clase y nos sentamos en nuestros sitios de siempre, una al lado de la otra. Siempre redactábamos notas, cartas manteniendo una conversación. Recibí la que sería la primera de la mañana.

‘Tía, justo cuando has llegado iba a decirme algo importante. ¡YO TE MATO! ¿Vas a venir esta tarde a mi piscina?’

Cuando lo leí no podía parar de reír. Y es que me sentía mal, lo había estopeado todo.

‘Lo siento tía, no me había fijado que estabas hablando con él. ¡LO SIENTO! Por Supuesto que iré para estar allí contigo.’

Estaba emocionada, ya era Jueves, por fin llegaba el fin de semana. Faltaban muy poquitos días para terminar, de una vez, el insti. Ya era 19 de Junio y todos pensábamos, imaginábamos cómo sería la fiesta de fin de curso. Para nosotras sería genial.

Ese día, las horas se me pasaron volando, o como decía Carol, volando voy volando vengo. Las dos y media llegaron muy rápido, apenas había visto a Adrián pero por la tarde volvería a estar con él.

Antes de llagar a mi casa me había encontrado con Quique. Estaba triste y cacbizbajo, no sabía qué le sucedía. Me acerqué a él. Era cortante conmigo.

- Hola Quique, ¿qué te pasa?
- Hola. Nada.
- Se perfectamente que te pasa algo, a mí no puedes engañarme – dije con una sonrisa de oreja a oreja.
- Ya lo verás.

Y con estas palabras se marchó, dejándome con la palabra en la boca, sin saber que pensar. Esto no podía callármelo. Corriendo busqué mi BB en la mochila y marqué el número de Carol. Estaba nerviosa, me temblaban los dedos, la voz. Carol si cogió el teléfono.

- ¿Si? – dijo extrañada
- Carol, Carol, Carol; te vas a morir con lo que me acaba de pasar. Estoy muy preocupada.
- Pero no te quedes callada, cuéntamelo, no me tengas en ascuas – dijo nerviosa.


[CONTINUARÁ]

Capitulo 1.


Y es que he decidido cambiar mi vida porque nada ni nadie tiene derecho a quitarme esta sonrisa de la cara. Yo, Mar, soy consciente de mi pasado y escritora de mi futuro. Mi vida, actualmente, gira alrededor de los estudios y de la música. Mi pasado no fue muy bonito que se diga, no actué bien con las personas que me rodeaban en aquel momento pero lo hecho, hecho está. En este momento soy feliz, tengo amigas estupendas, conocidos y alguien especial. Tal vez yo no sea la mejor persona del mundo, ni la más perfecta, pero soy persona, también tengo derecho a equivocarme. Creo que ya sabéis suficiente sobre mi, ahora permítanme contarles mi historia.

[...]

En una tarde de Junio...

Allí estaba yo, sentada en mi habitación, pensando en aquel chico que me hacía sentir especial. Es que él era, para mí, el mejor. Tal vez no debería haber pensado tanto en él. En ese momento un pequeño sonido quizás molesto me trajo desde mi mundo a la Tierra de nuevo. Estaba sola en casa asique me desplacé hasta el salón. Descolgué el teléfono, era ella.

- ¡Hola Mar!- dijo Carol.
- ¡Hola panoli!- dije con mucho entusiasmo- Cuéntame a ver...
- Mira, hoy estaba super raro, tía ya no se que hacer con él pero es que... le quiero.
- Carol, no te hace ni caso. Háblalo con él pero...
- Ya tía pero es que... ya no se ni qué hacer- dijo muy afligida.

Yo, bastante preocupada por mi amiga, empecé a pensar cómo poder ayudar a Carol. Tampoco es que estuviese muy en la Tierra pero lo intenté. Según estaba pensando me vino a la cabeza algo un poco fuera del tema.

- Oye Carol, hoy no le he visto y tengo ganas de verle, ¿podemos quedar?
- Mar, hoy es lunes, dentro de dos días tenemos examen de francés. Ya sabes que no se me da nada bien, y la semana que viene hay otro de Naturales. ¿Enserio piensas que voy a poder salir? Mi madre no me va a dejar.
- Bueno, bueno... déjalo, ya mañana veré a Adrián.

Y es que mientras hablaba con Carol, él me habló por wá, si si, por whatsapp. Mi BB vibró, era el mensaje más esperado de la historia. Comprobé que realmente era de Adrián y sonreí.

‘Princesa, te echo de menos. Hoy no te he visto, ¿dónde te has metido?’

Rápidamente escribí, como pude, que le echaba de menos y que los profesores no habían echado de allí. Estaba tan enamorada de él... Le quería como a nadie. En ese día no volvimos a hablar.

- ¿A que no escuchaste anoche “Ponte a Prueba”?
- Pues como comprenderás... me dormí- dije riéndome.
- Chica, ¡cómo estamos! Bueno que me voy que tengo que ir a natación.
- Vale, esta noche hablamos.
- Adiós tolai.
- Adiós.

La verdad es que no hablamos por la noche, estaba cansadísima y me fui a la cama pronto. Me dormí muy muy tarde, pensaba en él, imaginaba volver a verle. Era como un cuento, era mágico, como si estuviese en una nube. Cada día me enamoraba más.